Para Rosa María Palacios en cierta forma este libro es un manual de sobrevivencia en prisión, y un libro muy triste.En su libro Magaly declara que los llamados "privilegios" de los que habló la prensa de que ella gozaba no fueron tales, ya que entre otras cosas tuvo que compartir el mismo baño con otras 30 presas. Ella afirma no haberse llenado de odio y resentimiento, mientras sí hay otros que viven prisioneros de sus odios. También cuenta que las mentiras que decían de ella la prensa amarilla cuando estaba en la cárcel la hería más que estar en prisión y que ahora ya está harta de todo eso y que si va a enjuiciar a las personas que sigan difamándola y para esto tiene cuenta con un equipo consultivo legal en su programa y una persona que se encarga de ver otros programas en donde la mencionan y si hablan algo de ella que merezca una demanda lo harán.
Uno de los motivos por lo que no pudo llorar en la cárcel es que estaba totalmente blindada con pastillas; un relajante muscular y antidepresivos que ni el llanto de su familia ni las historia que escuchaba la hacían llorar.
Por último entre otras cosas que dice en esta entrevista es que algunos de los que dicen que ella se iba a fugar del país, si se fugaron del Perú para no ir a la cárcel, pero ella no es cobarde, y sabiendo en lo que se metía no le quedaba otra que afrontar las consecuencias de sus actos.
* Algo terrible en la prisión que Magaly no vivió por portarse bien son los castigos en el hueco, un hueco valga la redundancia que se encuentra debajo de la cocina, donde castigan a las presas y es un sitio donde tienen que tomar medidas ya que pueden salir ratas por un orificio que es tapado con un botellón de gaseosa. Las asociaciones pro derechos humanos deben hacer algo.
Entrevista Magaly Medina Prensa Libre habla libro más videos
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